EL REINO DE LA LUZ: RUGIANO Y EXPLICACIONES...

Arturo y sus amigos, incluyendo a la reina Astrid y al rescatado Horacles, tratan de huir de la torre del homenaje, donde dejan muerto al rey Rugiano. Tras convencer a un pobre carcelero que no tiene nada que hacer contra ellos, son guiados hasta la salida. Una vez fuera del recinto amurallado, el joven ex prisionero les propone un viaje: llegar hasta la llanura de Los Tres Volcanes, lugar en el cual habita Arquitamius, el gran alquimista, y que fue su maestro. No lo dudan un instante y parten. No obstante, al grupo no le convence sus vagas explicaciones de por qué fue repudiado por el anciano alquimista... Pero al llegar al comienzo del desfiladero, se encuentran una desagradable sorpresa: ¡el mismo Rugiano comandando un terrible ejército!

¡Qué angustia te embarga! ¿Cómo es posible que esté vivo? ¿Qué clase de magia ha utilizado? Es un giro dramático del curso de la historia impactante, que produce en el lector desasosiego. Si el "difunto" rey es capaz de esto, qué más cosas no intentará hacer... Pero uno confía absolutamente en los poderes de Arturo, aunque siga sufriendo su ceguera. Está del lado del bien, eso nunca hay que olvidarlo...

En el presente, la batalla de Arturo es otra. Va a su convaleciente padre a exigirle explicaciones. ¿Qué le contesta? Que se deben rendir y marcharse de la ciudad, de su Férenix. Arturo alucina, no se lo cree. ¿Rendirse? ¿Por qué? Para protegerles, responde su padre. Por si fuera poco, al salir, aparecen Cristóbal y Mireia ¡juntos! Invitan a Arturo y a Metáfora a una fiesta de estilo medieval... Desde luego que Mireia no es trigo limpio, algo trama... y nada bueno para Arturo...

Continuaremos con la inminente y, probablemente, encarnizada batalla entre Arturo y el ejército del resucitado rey Rugiano...