viernes, 19 de junio de 2009

EL REINO DE LA LUZ: DEMOLICIÓN

Con este título tan sugerente, comienza un nuevo capítulo de El Reino de la Luz.

Las obras de demolición parece que no detienen su avance. Las máquinas ya están removiendo escombros de La Fundación, y nadie hace nada. Salvo Sombra. Se planta en medio del destrozado solar, y con su sola presencia para la demolición. ¿Sorprendente, verdad? ¿Por qué alguien tan comedido e introvertido como Sombra no duda un instante en arriesgar su vida por unos escombros? ¿Acaso hay algo debajo, como advirtió Estrella, la pitonisa? Uno cuando lo lee se pone en la piel del anciano monje, y desea con todas sus fuerzas que los esbirros de Stromber no toquen nada. Y parece que lo consigue. Hasta que llega él.

Ahora parece que no hay nada que hacer. Por ello, Arturo, se lanza a ayudar a Sombra. Pero el anticuario es más listo, y enarbola su reciente apellido Adragón para ordenarle que se marche, que no pinta nada aquí. Abatidos, a Arturo, Sombra, Metáfora y Patacoja solo les queda ver como los camiones y excavadoras hacen su trabajo. Pero prometen volver al sótano, y Arturo se dice que debe hablar con su madre, algo que hará después.

Sin duda, es un capítulo muy duro para nuestros protagonistas. Y el que lo lee, empatiza y lo sufre. No queremos que remuevan lo que han destruido, pero parece que se van a salir con la suya. Queremos saber que hay en el sótano, pero tendremos que esperar...¿qué nos depararán los siguientes capítulos?

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